TAIZÉ
Viajaremos a Taizé en Francia para ser acogidos por una comunidad marcada desde sus orígenes por dos aspiraciones: avanzar a través de la oración en una vida de comunión con Dios, y asumir responsabilidades para depositar un fermento de paz y de confianza en la familia humana.
En Taizé, la oración común, el canto, el silencio y la meditación personal pueden ayudar a redescubrir la presencia de Dios en nuestra vida y a reencontrar una paz interior, un “por qué vivir” o un nuevo impulso.
Tener la experiencia de una vida sencilla compartida con los demás, nos recuerda que Cristo nos espera en nuestra existencia cotidiana, sea como sea esta existencia.
Algunos jóvenes buscan cómo seguir a Cristo para toda la vida. Venir a Taizé puede ayudarnos a discernir esta llamada.